La vida secreta de las palabras...

Es curioso como algunas veces, muchas, las palabras son sólo eso, palabras y, aunque se viertan sobre alguien, no tienen el efecto deseado y resbalan como si nunca se hubieran pronunciado.

Pero en otras ocasiones, días o momentos irrumpen, golpean con toda su fuerza y nos hieren o nos alegran con toda su magnitud. Es entonces cuando reparamos en que las palabras tienen vida, secreta o no, y pueden ir más allá del mero hecho de pronunciar una serie de sonidos encadenados.  El sumirnos en la felicidad más absoluta o provocarnos el descenso al peor de los infiernos.

Cuando las palabras hirientes, que los demás puedan arrojarnos, no encuentran el blanco perfecto sobre nuestra persona, todo su posible poder destructivo se esfuma y nos hacen más fuertes, precisamente porque su afán es herirnos, pero no lo consiguen.

Pero cuando, por el motivo que sea, nos dan en un punto o momento vulnerable, las palabras más absurdas y necias pueden hundirnos en la desesperación y crearnos una desazón y desesperanzas dignas del peor drama shakesperiano…

También su ausencia puede ser un dolor punzante que no conseguimos que desaparezca o un bálsamo esperado en forma de silencio reparador. Porque cuando ya sólo son ruido que nos rodea, deseamos dejar de escucharlas para encontrar un momento de calma que nos traiga tranquilidad. Pero cuando lo que necesitamos es escucharlas, sobre todo de alguien, y estas no llegan por mucho que demos tiempo para que nos las transmitan, ese silencio puede ser opresivo…. y atronador.

Este post tan reflexivo no tiene que ver directamente conmigo, no me lo están haciendo a mi, pero como veo el efecto que tienen las palabras o en su defecto la falta de ellas, me está haciendo pensar estos días en el poder que tienen o el poder que le otorgamos a las personas que las lanzan o que se las guardan cuando deberían comunicarse. Es muy triste ver a una persona sufrir por la falta de comunicación desde siempre o, por contrapartida, de palabras vacías y ruidosas que no significan nada en realidad porque nunca han ido, van ni irán de la mano con hechos que demuestren la realidad de esas palabras…


Burbuja

2 La gente ha dicho...:

Anónimo dijo...

Es increíble que no nos paremos a pensar en ello, con el grandísimo poder que tienen las palabras. Pueden hacer mucho más daño que cualquier arma o todo lo contrario... Hay que tener mucho cuidado con ellas y no usarlas a la ligera.
Besotes!

Burbuja dijo...

Totalmente de acuerdo. Y la ausencia de ellas o que esten vacias tambien puede hacer mucho, mucho daño...

Un besazo!!

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