Otra
semana en la que Pompa está fuera… y yo debo estar hormonosa perdida por que
sino, no me lo explico.
Empezó
el lunes. No he sido una megafan de la saga Crepúsculo, la verdad. He leído los
libros, sí y me resultaron entretenidos, sobre todo como lectura de verano. Y
reconozco que he visto las películas. No me llamaban mucho, pero Pompa insistió
en verlas…
Lo sé, tengo un marido que es un moñas. Hombre atípico donde los
haya. En serio. Pero vamos, nada más allá de mero entretenimiento que invita a
no pensar. Punto.
Hasta
el lunes. No sé qué narices pasó en mi cabeza que, de repente, sentí una
necesidad imperiosa de ver la saga. Ya tenía Crepúsculo en un DVD y pretendía
ver el resto online.
Ja. HE TENIDO que
bajarmelas. TODAS. Como si fuera una adolescente yonki de pastelosidades varias
¬¬
Es
como cuando tu cuerpo te pide chocolate, te lo exige y no puedes evitar
comerlo. Es superior a ti. Pues eso me ha pasado a mi esta semana. No he podido
controlarlo.
Estaba poseída. Esto no es normal!
Así
que he llegado a la conclusión de que esto tiene que ser cosa de las hormonas. No
tiene otra explicación. Y de que llevo toda esta semana sola.
Creo que voy a
tener que pedirle a Pompa que me de lo mío en cuanto vuelva. Y menos mal que
vuelve mañana, que si no esto puede acabar muy mal…
Tiene que ser cosa de la TSNR...