La
técnica del avestruz: vienen los problemas y escondo la cabeza… O en este caso,
la solución es la huída.
Eso
es lo que me encontré ayer cuando tuve la “charla” con #lasusti a la vuelta de
sus vacaciones. La semana pasada estuve más a gusto que en brazos teniéndola
fuera de mi vista. Con el doble de trabajo, sí, pero la semana voló. Lo que
tampoco me esperaba, dentro de una serie de posibilidades, era encontrarme con
lo que me encontré.
El
famoso cajón del horror estaba vacío… bueno, no del todo. Había dejado sus
migas y su grasa, el cuchillo de comer carne (que usa para cortar el taco de
jamón/panceta ahumada/whatever) y unos sobres de reciclado que solemos usar.
Y
en un par de archivadores donde guardamos expedientes de documentación que nos
solicita un cliente, me encontré tasas administrativas con manchas de grasa
enormes y oliendo a jamón rancio (realmente asqueroso), varios tipos de
documentación que archiva mi jefe (entre ellas facturas de abonos O.o) además
de otra documentación sin archivar que le dí para que lo hiciera hace mucho
tiempo cuando se quejaba de que no le gustaba tener ratos de tranquilidad y
estar sin trabajo.
En realidad estaban bastante más sucios...
Algo así se le acumuló para archivar... pero más
Después del cabreo descomunal que pillé al ver todo esto, decidí que tenía que hablar con ella de una vez, para ver si, por lo menos, le daba vergüenza torera y se cortaba un poco más a la hora de comer como una cerda en la oficina y se ponía las pilas con el trabajo.
Así
que ayer la pillé por banda y estuve comentándole, con mi mejor cara de
inocencia, todo lo que me había encontrado y diciéndole que no entendía por qué
estaba todo eso así y allí. No acertó a darme más explicación que pensaba
terminar de archivar todo y hacer unas tasas que tiene pendientes de hace meses
y que el jueves ya no volvería a trabajar. ¿Perdona?
Te
estoy hablando con toooooooda la educación del mundo mundial, diciéndote que no
entiendo por qué estaba todo eso ahí, si podías darme alguna razón, por que no
era normal y tu solución es largarte? Que me estaba muy agradecida por que
hablara con ella, que siempre la había tratado con muchísima educación y que no
tenía ninguna queja sobre mí, al contrario, pero que llevaba tiempo pensándolo
y que no estaba cómoda.
WTF!!!????
Imagináos
mi cara al escucharla O.O ¿No te gusta
el trabajo? ¿No estás a gusto? Su respuesta, que no, que no te preocupes, que
dejaré todo hecho y me iré, que no volverás a tener queja de mí.
A-lu-ci-nan-te.
Decidí
no insistir más, la conozco y no trabaja bien bajo presión. Así que nos fuimos
a comer, cada una a su casa, y a la vuelta me encuentro que me ha enviado un
mail pidiéndome disculpas por todo, que normalmente ella no es así (JA!), que
lo del cajón es que un día tuvo pleno y no le dio tiempo a comer y se trajo un
taco de jamón y que a lo mejor estaba un poco aceitoso y se manchó el cajón.
Que lo había intentado sacar para limpiarlo y no había podido, que hoy se traería
algo para limpiarlo. Que las tasas estaban manchadas por que un día se le había
caído café en ellas (desde cuándo las manchas de café huelen a jamón rancio?)
Que no volvería a pasar, que dejaría todo hecho y hablaría con el jefe para que
le arreglara los papeles del paro, por que no podía irse sin nada. Que veía que
yo no estaba contenta, entonces ella tampoco. Que nunca había querido
perjudicarme y que lo sentía muchísimo… Drama Queen total.
Así
que ahí me veis intentando no tirarle un archivador a la cabeza por que podía
joderme las vacaciones si se largaba y escribiéndole una contestación (en su línea,
por que le había dado la oportunidad de hablar conmigo, pero no decía nada) en
plan, todos nos equivocamos, si hacemos algo mal, para aprender lo mejor es que
nos lo digan, la solución no es marcharte por que te haya dicho que tengas más
cuidado, blablablabla Rollo buenrollista
comprensivo que oculta un “nomejodaslasvacacionesqueentoncessítemato”
Respuesta,
que tengo toda la razón, que se enmendará, que no volverá a pasar, que muchas
gracias por hablar con ella, que lo sentía mucho y que tengo toda la razón.
Bien.
Vale. Captado. A ver cuánto le dura… Aunque bien pensado, si le dura hasta que
vuelva de mis vacaciones, me vale. Si después quiere largarse, hasta la vista!
No
me gusta hacer este tipo de cosas, creo que es cosa del jefe, pero como no
quiere saber nada (es bastante pasota y como encima ella es una sustituta, su
respuesta hubiera sido, habla tú con ella) al final me ha tocado “mojarme” y
ponerle las pilas, de muy buenas formas por que me interesaba que no se fuera,
pero hacerlo.
Eso
sí, una vez que me fui a comer, salí con la sensación de haberme quitado un
GRAN peso de encima. Ahora me toca acumular paciencia otra vez hasta las
vacaciones. Una vez que vuelva… ya veremos.
2 La gente ha dicho...:
Lo de lasusti es de traca, en serio...
Santa Paciencia que tienes, maemía. Ya te lo he dicho varias veces. Yo no aguantaría.
Yo no entiendo cómo consigue organizarse en su vida personal, por que lo que es trabajando... Me he ido enterando de que ha tenido trabajos en lo que podía haberse quedado fija y no lo ha conseguido por que es el horror trabajando...
Tengo paciencia por que me interesa irme de vacaciones, pero, no la soporto... y no es algo que me ocurra con mucha gente...
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