Me encanta el
otoño. Es un hecho. El cambio del color de las hojas a ese montón de variedades
de ocres mezclados con verdes más o menos intensos, rojos y marrones, el final
del calor agobiante que nos ha aplatanado en verano, ese cambio sutil en el
aire y la luz como bien dice Moli.
Todavía no es invierno, los días no son tan cortos, no sales a trabajar de noche y vuelves de noche. Aún quedan horas de luz que te dan un margen para salir a la calle, a dar una vuelta con Perrote y verlo saltar y perseguir las hojas caídas de los árboles, tomar un café con una amiga en la terraza de un bar y hablar de todo mientras ves la gente pasar...
Ir a la biblioteca a por otro libro y pasar un buen rato en el sofá
leyendo mientras caen esas primeras lluvias que limpian en ambiente y lo refrescan dándo ese
olor a tierra mojada que me encanta…
Siempre lo he
dicho, no soy de temperaturas extremas, con el frío del invierno me encojo y
con el calor aplastante del verano me derrito, me enlentezco y no valgo para
nada, no me concentro y me pongo de mal humor.
Por eso en cuanto llega el otoño, pero de verdad, que sales a la calle y ya necesitas abrigarte, ponerte una chaqueta y un pañuelo al cuello para no quedarte sin garganta, me gusta, me da vitalidad y ganas de hacer cosas. Por que simplemente con abrigarte la garganta y usar una manga más, puedes enfrentarte a lo que sea.
Y vuelves a casa desde el fresquito de la calle y te encuentras a gusto, calentito y con ganas de taparte en el sofá con una manta y darte un atracón de series o pelis con palomitas.
Así que sí, estoy deseando que llegue el cambio de estación para volver a estar más activa y con ganas de hacer más cosas.
2 La gente ha dicho...:
Estoy deseando que llegue el otoño! Qué asco de verano y de calor y de sol!!! >.<
Esos días más fresquitos... me encanta!! Eso sí, sin airazos por favor! jajajaja ;)
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