Sustos...


Estás a punto de cenar y, de repente, tienes que dejar todo donde está y salir volando al hospital. Sangre. Pánico. Pero no hay dolor. Es extraño.
Se te pasan mil cosas por la cabeza, ¿irá a más? ¿sólo es un susto? Mierda, el semáforo están en rojo!
  
Llegas. Te mandan a la sala de espera. A desesperar. Ves a otra chica que se está poniendo de parto. Ella ya está en la parte final. Te llaman. Te miden la tensión, te hacen preguntas y otra vez a esperar.

La mente es peligrosa y si la dejas, puede ser un monstruo. No quieres toser, no quieres moverte. Una idea toma forma en tu cabeza. Cristalina. Que me pase lo que sea, pero que ella esté bien.

Vuelves a oir tu nombre. Entras. Te tumbas. Te miran, te exploran, ecografía. Oyes su corazón como el galope desbocado de los caballos. Suena bien. Te dicen, ella está bien, latido normal y no para de moverse. Es verdad, la notas dejando claro que está ahí dentro. Parece que todo está bien. Te mandan reposo y vigilarte. Nada de trabajar si manchas.

Para casa. Intentas relajarte. Te tumbas, sin hablar, sin moverte y poniéndote las manos en la tripa, como si así consiguieras que se quede ahí. Que no se vaya.

“Quédate donde estás, pequeña”


Felicidades!! ^_^

Por que te quiero. Por que me quieres (y aún no sé por qué xD ) Por que a pesar de que acabes agotado, SIEMPRE estás dispuesto a darme un masaje de pies. Por tu paciencia. Por reirte de mis “raticos malos”.

Por decirme que cuando más guapa estoy es con pelos de bruja y recién despierta. Por aguantar mis cambios de humor. Por hacerme reir en medio de un cabreo. Por querer viajar conmigo hasta el fin del mundo.

Por engancharte conmigo a series pedorras y otras no tanto. Por tomarte con resignación mi amor loco por los bolsos y los zapatos. Por venir de compras conmigo. Por que te gusta hacerlo.

Por embarcarte conmigo en todo este lío ^_^ 

Por ser tú.

Te Quiero Todo y Más.

¡¡¡¡ F E L I C I D A D E S   P E Q U E Ñ O !!!!


Chorraditas que me chiflan...

Que me encantan todas las mariconaditas de papelería es un hecho. Si por mi fuera, tendría la mesa de la oficina (y en casa si te descuidas) llenita de post-its con formas y colores molones, archivadores de cuarenta mil colores, gomas, clips, bolis y rotuladores de mil formas distintas.

Cuando empiezo a ojear un catálogo de papelería es inevitable empezar “quiero esto… y esto… y esto otro!” Me volvería loca y arrasaría con todo.


Por que, seamos realistas, ya que tenemos que ir a trabajar, qué mejor que rodearnos de bonitismo y cositas molonas. No es lo mismo escribir una nota sobre algo de lo que necesitas acordarte más tarde en un post-it cutre y triste que escribirlo en uno de esos de colores alegres y en forma de bocadillo de comic, por ejemplo. 


Que sí, que puede que sea una absurda de la vida por que me gusten estas chorradas, pero qué queréis que os diga, prefiero rodearme de cosas divertidas que me hagan el trabajo más ameno y entretenido, aunque sólo sea por el color del boli con el que escribo o por la ilusión de estrenar una libreta de notas con un detalle chulo :-)

Vosotros sufrís de esta "fiebre papeleril" o pasáis olímpicamente de estas chorradas? =D